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España, con su rica biodiversidad y una amplia variedad de ecosistemas naturales, enfrenta cada verano el desafío de los incendios forestales , uno de los mayores riesgos para la conservación del medio ambiente. En 2024, una combinación de altas temperaturas, sequías prolongadas y fenómenos meteorológicos extremos provocó un aumento significativo en la frecuencia y magnitud de estos siniestros, especialmente en regiones como Andalucía, Extremadura, Galicia, Castilla y León, y las Islas Canarias .

Detrás de cada columna de humo que se eleva sobre los bosques, hay consecuencias profundas y duraderas para el hábitat animal . Desde la pérdida inmediata de vida silvestre hasta cambios estructurales en los ecosistemas, los incendios alteran radicalmente la biodiversidad local. A continuación, exploramos cómo afectan estos eventos a la fauna y flora autóctona, qué especies son más vulnerables y cuál es el impacto a largo plazo en el equilibrio natural.


Impactos inmediatos de los incendios forestales

Cuando un incendio arrasa hectáreas de bosque o monte, el primer efecto es la destrucción masiva del hábitat natural . Muchos animales no tienen tiempo de escapar, especialmente aquellos que viven en el subsuelo o son menos móviles, como:

  • Reptiles : Especies como la lagartija ibérica o la culebra viperina.
  • Anfibios : Como el sapo común o la salamandra peninsular.
  • Invertebrados : Incluyendo artrópodos endémicos que dependen exclusivamente de ciertos microhábitats.

Además, los incendios intensos pueden eliminar por completo fuentes de alimento como frutos secos, semillas, insectos y plantas comestibles, lo cual afecta tanto a herbívoros como a depredadores que dependen de cadenas tróficas complejas.

También hay un impacto directo en aves sedentarias y migratorias que utilizan áreas quemadas como refugio temporal durante sus trayectorias estacionales. La destrucción de árboles y matorrales elimina zonas clave de descanso y alimentación.


Especies más afectadas en 2024

Durante este año, varios incendios de gran magnitud pusieron en peligro a especies ya amenazadas o en proceso de recuperación. Algunas de las más afectadas fueron:

1. El lince ibérico (Lynx pardinus)

El lince ibérico, especie icónica en proceso de recuperación, perdió parte de su hábitat en Andalucía debido a los incendios en Sierra Bermeja (Málaga) y en áreas de Jaén. Aunque muchos ejemplares lograron sobrevivir gracias a redes de seguimiento y rescate, el fuego redujo drásticamente la disponibilidad de conejos, su principal presa, afectando indirectamente a su supervivencia.

2. El águila imperial ibérica (Aquila adalberti)

Este ave rapaz, endémica de la península ibérica, requiere grandes extensiones de encinares y pastizales para anidar. Los incendios en Extremadura y Castilla-La Mancha destruyeron nidos y áreas de caza, aumentando la presión sobre una población ya crítica.

3. El urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus)

En la cornisa cantábrica, los incendios en zonas de monte bajo han afectado a esta subespecie, que depende de bosques mixtos de roble y brezo. La pérdida de cubierta vegetal reduce su protección frente a depredadores y condiciones climáticas adversas.

4. El desmán ibérico (Galemys pyrenaicus)

Pequeño mamífero acuático en peligro crítico, su supervivencia está ligada a cursos fluviales limpios y rodeados de vegetación. Incendios cercanos a ríos y arroyos han causado erosión, contaminación por cenizas y alteraciones en la calidad del agua, afectando gravemente a esta especie.

5. Murciélagos cavernícolas

Muchas especies de murciélagos, como el murciélago ratonero o el murciélago de cueva, dependen de grutas y cuevas protegidas. Los incendios en áreas adyacentes pueden alterar la temperatura y humedad de estas cavidades, poniendo en riesgo colonias enteras.


Consecuencias a mediano y largo plazo

Los efectos de los incendios no se limitan a la quema inicial. Las consecuencias a mediano y largo plazo incluyen:

1. Pérdida de hábitat y fragmentación

La destrucción de grandes extensiones de bosque provoca la fragmentación del hábitat, dificultando el movimiento y reproducción de muchas especies. Esto puede llevar a la extinción local de poblaciones pequeñas o aisladas.

2. Cambio en la composición vegetal

Los incendios modifican la composición de la vegetación, favoreciendo a especies resistentes al fuego pero invasoras, como el eucalipto, que no ofrecen el mismo valor nutricional ni refugio para la fauna nativa.

3. Erosión y degradación del suelo

Tras la quema, el suelo queda expuesto, lo que facilita la erosión y la pérdida de nutrientes. Este proceso afecta negativamente a especies que dependen de raíces, hongos y organismos del subsuelo, como los insectívoros terrestres .

4. Alteración de cadenas tróficas

La eliminación repentina de ciertas especies vegetales o animales rompe el equilibrio entre depredadores y presas, lo que puede generar escenarios de competencia desleal o colapso de ciertas poblaciones.

5. Reducción de corredores ecológicos

Espacios diseñados para conectar poblaciones silvestres quedan interrumpidos tras los incendios, especialmente si están ubicados cerca de carreteras o zonas urbanas. Esto reduce la diversidad genética y aumenta la vulnerabilidad de las especies afectadas.


Incendios de 2024: un año especialmente sensible

Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) , en 2024 se registraron más de 120 grandes incendios , afectando a más de 180.000 hectáreas de superficie arbolada y natural . Entre los más graves figuran:

  • Incendio de Sierra Bermeja (Málaga) : Quemó más de 9.000 hectáreas , afectando al Parque Natural y poniendo en peligro especies únicas como el sapo partero malagueño.
  • Incendio de Sanabria (Zamora) : Destruyó miles de hectáreas de bosque autóctono, poniendo en riesgo al lugar de nidificación de águilas reales y buitres .
  • Incendios en Galicia y Asturias : Durante el otoño, múltiples focos de fuego afectaron a bosques atlánticos, esenciales para el urogallo cantábrico y otras aves forestales .

Estos eventos no solo tuvieron un fuerte impacto ambiental, sino también social y económico, generando movilizaciones de emergencia y llamados internacionales de alerta.


Recuperación de los hábitats afectados

A pesar del daño inmediato, los ecosistemas tienen capacidad de recuperación, aunque varía según el tipo de vegetación, la intensidad del fuego y las intervenciones humanas posteriores.

En 2024, varias iniciativas gubernamentales y privadas se enfocaron en:

  • Reforestación selectiva con especies autóctonas.
  • Creación de corredores ecológicos provisionales para facilitar el desplazamiento de los animales.
  • Monitoreo de especies afectadas mediante drones, cámaras trampa y sensores remotos.
  • Control de especies invasoras que aprovechan los suelos quemados para expandirse.
  • Programas de vigilancia activa para prevenir nuevos incendios y mejorar la respuesta ante emergencias.

Organismos como el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) trabajaron en modelos predictivos para evaluar la recuperación de los ecosistemas afectados, integrando variables como clima, topografía y tipo de vegetación previa.


Especies que se adaptan y resisten

Aunque muchos animales mueren o emigran tras un incendio, algunas especies demuestran una notable capacidad de resiliencia:

  • Urogallo cantábrico : Puede regresar a zonas quemadas una vez que reaparecen arbustos bajos y brotes frescos.
  • Buitre leonado : Atraído por la muerte de animales, se convierte en protagonista en las semanas siguientes al incendio.
  • Zorro y tejón : Son capaces de desplazarse hacia nuevas áreas en busca de alimento.
  • Plantas resistentes al fuego : Especies como el pinar canario o el lentisco muestran una rápida regeneración, ayudando a reconstruir el hábitat poco a poco.

Desafíos para la conservación post-incendio

La recuperación del hábitat animal tras un incendio es un proceso complejo que enfrenta múltiples obstáculos:

  • Falta de financiación para restauración ecológica .
  • Dificultad en la reintroducción de especies clave .
  • Proliferación de especies invasoras tras la quema .
  • Cambio climático , que incrementa la frecuencia de incendios y reduce la capacidad de recuperación natural.
  • Presión humana en zonas afectadas , con proyectos de urbanización o agricultura que impiden la regeneración espontánea.

Para abordar estos desafíos, en 2024 se reforzaron programas de gestión del territorio, planes de emergencia para especies en peligro y campañas de sensibilización ciudadana para evitar incendios provocados por negligencia o intención criminal.


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España es uno de los países más importantes del continente europeo en cuanto a la migración de aves , debido a su ubicación estratégica entre Europa y África. Como puerta de entrada y salida para millones de aves que viajan entre sus zonas de reproducción en el norte y sus áreas de invernada en el sur, el territorio español se convierte cada año en un escenario privilegiado para observar este fenómeno natural.

En 2024, el interés por la ornitología y el turismo naturalista sigue creciendo, con cada vez más personas acercándose al mundo de la observación de aves. Este año ha sido especialmente significativo por las condiciones climáticas favorables, el aumento de programas educativos y la consolidación de centros de interpretación especializados en la migración aviar.

A continuación, exploramos las rutas migratorias más destacadas en España , las épocas clave para observar aves en movimiento y algunos de los mejores lugares para disfrutar de este espectáculo natural .


¿Qué es la migración de aves?

La migración de aves es el desplazamiento estacional que realizan muchas especies entre sus zonas de cría y sus zonas de invernada. Este fenómeno está motivado principalmente por la disponibilidad de alimento, el clima y la necesidad de criar en entornos seguros. En el caso de España, el país se encuentra en una de las rutas migratorias más transitadas del planeta : la Ruta Atlántica y la Ruta Mediterránea , ambas utilizadas por cientos de especies cada año.


Principales rutas migratorias en España

1. El Estrecho de Gibraltar – La gran puerta de Europa

El Estrecho de Gibraltar , situado entre Tarifa (Cádiz) y Ceuta, es uno de los puntos más emblemáticos de paso migratorio en Europa. Cada otoño y primavera, miles de aves rapaces, cigüeñas, águilas, milano y garzas cruzan esta zona en grandes grupos, aprovechando los vientos favorables para sobrevolar el Mediterráneo hacia África o regresar desde allí.

  • Especies destacadas : Águila pálida, milano negro, águila perdicera, cigüeña blanca, buitre negro.
  • Mejor época : Septiembre a octubre (migración postnupcial) y marzo a abril (migración prenupcial).

Centros como el Centro de Interpretación de las Aves Migratorias “Los Toruños” ofrecen información sobre avistamientos y talleres educativos.

2. Marismas de Doñana – Refugio vital

Las Marismas de Doñana , en Huelva, son uno de los humedales más importantes de Europa y un lugar crucial para el descanso y alimentación de aves migratorias. Especialmente durante el invierno, se pueden ver grandes concentraciones de garcillas, flamencos, ánades y agachadizos .

  • Especies destacadas : Flamenco común, garcilla bueyera, ánade real, agachadizo real, corredor común.
  • Mejor época : Octubre a marzo, aunque también hay actividad en fechas de paso migratorio.

El Centro de Visitantes El Acebuche organiza salidas guiadas y jornadas temáticas sobre la vida de estas aves.

3. Laguna de Gallocanta – Para grullas y aves acuáticas

Situada en Teruel, en Aragón, la Laguna de Gallocanta es uno de los principales puntos de parada de las grullas comunes que migran desde Escandinavia y Siberia hacia la península ibérica. Durante el invierno, esta laguna alberga a más de 50.000 grullas , formando un espectáculo único al amanecer cuando emprenden el vuelo.

  • Especies destacadas : Grulla común, ánade friso, focha común, aguilucho cenizo.
  • Mejor época : Noviembre a marzo.

El Observatorio de la Laguna de Gallocanta es ideal para quienes quieren vivir esta experiencia sin alterar a las aves.

4. Delta del Ebro – Humedal mediterráneo

El Delta del Ebro , en Tarragona, es uno de los puntos más importantes de la costa mediterránea para la observación de aves migratorias. Sus marismas, arrozales y playas albergan tanto aves acuáticas como rapaces en tránsito.

  • Especies destacadas : Garza imperial, águila pescadora, zarapito trinador, charrán patinegro, gaviota reidora.
  • Mejor época : Primavera y otoño, con picos en septiembre y abril.

La Fundación Tour du Valat y el Centre d’Ocells del Delta organizan actividades para aficionados y expertos.

5. Islas Canarias – Parada intercontinental

Las Islas Canarias , especialmente Fuerteventura y Lanzarote, reciben cada año aves que usan el archipiélago como punto de reposo antes de continuar hacia África subsahariana. Debido a su ubicación geográfica, es un lugar ideal para avistar especies poco comunes en el resto de Europa.

  • Especies destacadas : Alcaraván, alcotán real, abejaruco europeo, avutarda común, camachuelo trompetero.
  • Mejor época : Marzo a mayo (primavera) y agosto a octubre (otoño).

El Parque Natural de Las Dunas de Corralejo y el Refugio de Invierno de Fuerteventura son ideales para avistamientos.

6. Ría de Arousa – Galicia en plena ruta atlántica

En Galicia, la ría de Arousa y otros humedales costeros sirven como refugios invernales para aves procedentes del norte de Europa. Zonas como el Humadal de Noia o el Parque Natural das Fragas do Eume son fundamentales para la supervivencia de muchas especies.

  • Especies destacadas : Ostrero tundral, chorlito gris, correlimos tridáctilo, somormujo lavanco, gaviota patiamarilla.
  • Mejor época : Otoño e invierno.

Organizaciones como SEO/BirdLife promueven excursiones guiadas y talleres escolares en esta región.


Épocas clave para la observación

Aunque hay actividad ornitológica durante todo el año, existen momentos específicos donde la cantidad y variedad de aves es mayor:

Primavera (marzo a mayo)

Es la temporada de migración prenupcial , cuando las aves regresan del sur para reproducirse en el norte. Es un momento ideal para ver rapaces, aves acuáticas y paseriformes en movimiento.

Verano (junio a agosto)

Aunque no es temporada migratoria masiva, muchas especies pasan el verano en España como golondrinas, aviones y currucas , además de algunas aves playeras que llegan a nuestras costas.

Otoño (septiembre a noviembre)

Es la migración postnupcial , donde millones de aves dejan Europa rumbo a África. Es la época de mayor intensidad migratoria, con picos de paso en el Estrecho de Gibraltar y otras zonas estratégicas.

Invierno (diciembre a febrero)

Muchas aves permanecen en España durante el invierno, especialmente en humedales y zonas costeras. Es una oportunidad única para ver especies invernantes como el cerceta común, el porrón europeo y el calamón .


Técnicas y herramientas para ornitólogos en 2024

Gracias al avance tecnológico y a la digitalización, hoy en día es posible planificar y optimizar las observaciones con ayuda de:

  • Aplicaciones móviles : Apps como eBird , Merlin Bird ID o Birding Spain permiten localizar aves en tiempo real y compartir avistamientos con la comunidad ornitológica.
  • Redes de voluntarios y científicos ciudadanos : Programas como BirdTrack o Atlas de Aves Reproductoras y Migratorias en España dependen de datos recogidos por aficionados.
  • Centros de interpretación y guías especializadas : Muchos espacios naturales cuentan con personal cualificado que ofrece rutas guiadas, charlas y talleres educativos.
  • Uso de prismáticos y telescopios : Equipos ópticos modernos permiten observar aves sin molestarlas ni alterar su comportamiento.
  • Respeto a las normativas de conservación : Los ornitólogos están cada vez más concienciados sobre la importancia de mantener distancias y no perturbar hábitats sensibles.

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El lince ibérico (Lynx pardinus) es uno de los símbolos más representativos de la biodiversidad peninsular y, durante décadas, fue considerado el felino más amenazado del mundo. En 2024, su historia sigue siendo un ejemplo de resiliencia y éxito en la conservación, gracias a las múltiples iniciativas llevadas a cabo por instituciones españolas, ONG ambientales, universidades y el apoyo internacional. Su recuperación no solo representa un triunfo para la ciencia y la ecología, sino también un modelo inspirador para la protección de otras especies en peligro.


Un felino único y en peligro crítico

El lince ibérico es endémico de la península ibérica y se diferencia del lince boreal por su tamaño más pequeño, sus orejas negras con mechones característicos, su hocico corto y sus patas largas. Este depredador cárnicero depende en gran medida de su principal presa: el conejo de monte (Oryctolagus cuniculus) , cuya drástica reducción en el siglo XX fue una de las causas principales de la disminución de la población de linces.

A principios de los años 2000, su número descendió hasta niveles alarmantes: tan solo menos de 100 ejemplares vivían en estado silvestre, confinados en pequeñas áreas de Andalucía. La fragmentación de hábitats, la caza furtiva, los atropellos en carreteras y la escasez de alimento pusieron al lince al borde de la extinción.


Estrategias de recuperación: un modelo global

Desde 2005, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) , junto con el Instituto de Estudios del Mediterráneo (IEM) de la Universidad de Córdoba , puso en marcha un ambicioso Programa Nacional de Conservación del Lince Ibérico , que incluyó:

  • Programas de reproducción ex situ : Creación de centros de cría en cautividad en El Acebuche (Huelva), La Hoya (Jaén), Zarza de Granadilla (Extremadura) y Silves (Portugal).
  • Reintroducción en nuevas zonas : Extensión controlada a regiones como Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid y el norte de Portugal.
  • Protección legal reforzada : Inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en la Directiva Hábitats de la UE.
  • Mejora de hábitat natural : Restauración de matorrales, creación de corredores ecológicos y gestión sostenible de recursos.
  • Control de factores de mortalidad : Instalación de pasos subterráneos y señales de aviso en carreteras, además de colaboraciones con cuerpos de seguridad para combatir el furtivismo.

En 2024, estas acciones dieron frutos tangibles. Según datos del Centro de Cría en Cautividad del Lince Ibérico , la población total superaba ya los 2.600 individuos , de los cuales más de 2.300 vivían en libertad , distribuidos entre España y Portugal. Este logro convierte al lince ibérico en uno de los grandes éxitos de recuperación faunística del siglo XXI.


Distribución actual en 2024

Gracias a los programas de reintroducción, el lince ha dejado de ser exclusivo de Andalucía. Actualmente, se encuentra en varias regiones:

  • Andalucía : Zonas clave como Doñana, Sierra de Cardeña-Montoro (Córdoba) y Sierra Morena (Jaén).
  • Extremadura : Áreas protegidas como la sierra de Guadarrama, Monfragüe y Villuercas.
  • Castilla-La Mancha : Regiones de Toledo y Ciudad Real, donde se están estableciendo nuevas poblaciones.
  • Madrid : Aunque en números menores, hay registros en la Sierra de Guadarrama y en áreas rurales cercanas.
  • Portugal : Proyecto transfronterizo que ha permitido el establecimiento de núcleos en Algarve y Alentejo.

La expansión geográfica de esta especie es un paso crucial para garantizar su viabilidad genética a largo plazo.


Avances científicos y tecnológicos

La recuperación del lince ibérico no habría sido posible sin el respaldo de la ciencia. En 2024, se han producido avances significativos en varios frentes:

1. Manejo genético

Los centros de cría en cautividad han implementado estrategias de selección genética para evitar la endogamia y mejorar la salud de los ejemplares antes de su liberación.

2. Seguimiento mediante GPS

Todos los linces liberados son marcados con collares emisores que permiten seguir su movimiento, comportamiento y supervivencia. Esta tecnología ayuda a identificar riesgos específicos y ajustar estrategias de manejo.

3. Recuperación del conejo de monte

Como base de la dieta del lince, se ha trabajado intensamente en la mejora sanitaria del conejo, especialmente frente a enfermedades como la mixomatosis y la hemorragia viral europea. Se están desarrollando vacunas y repoblaciones controladas en hábitats estratégicos.

4. Corredores ecológicos

Se han creado pasos seguros bajo carreteras y ferrocarriles, así como conexiones entre áreas protegidas, facilitando la dispersión de los animales y evitando la fragmentación de las poblaciones.


Desafíos pendientes

A pesar del éxito relativo, el lince ibérico aún enfrenta desafíos importantes:

  • Continua mortalidad por atropellos : Aunque se han instalado pasos fauna y barreras en carreteras, sigue siendo una causa importante de muerte.
  • Falta de conectividad entre poblaciones : Las distintas subpoblaciones aún no intercambian suficiente material genético, lo cual puede debilitar la especie a largo plazo.
  • Conflictos sociales : En algunas zonas rurales persisten actitudes negativas hacia el lince por miedo a posibles ataques a ganado o por percepciones erróneas sobre su peligrosidad.
  • Cambio climático : Altera la disponibilidad de hábitats naturales y afecta a la distribución del conejo, su presa principal.

Para abordar estos problemas, se están llevando a cabo campañas de concienciación, estudios de impacto ambiental y nuevas inversiones en infraestructuras verdes.


Impacto socioeconómico y cultural

La recuperación del lince ibérico no solo tiene valor biológico, sino también social y económico. Muchas comunidades rurales han encontrado en el turismo de vida silvestre una oportunidad para revitalizar sus economías locales.

En municipios como Villanueva de la Serena (Extremadura) o Almodóvar del Río (Córdoba) , se ofrecen visitas guiadas, observación nocturna y talleres educativos. Además, se promueven alojamientos rurales, restaurantes con productos locales y cooperativas dedicadas a la conservación.

Este tipo de turismo responsable genera empleo, fija población en el medio rural y fomenta el orgullo local por la conservación de una especie autóctona emblemática.


Educación y sensibilización ciudadana

Una pieza fundamental en la recuperación del lince ha sido la educación ambiental . Durante 2024, el MITECO lanzó la campaña «Conoce al lince» en colegios, museos y espacios públicos, con el objetivo de acercar al público general a esta especie y explicar su importancia en el ecosistema mediterráneo.

Además, plataformas digitales como Life Lynx Life+ y redes sociales especializadas ofrecen contenido interactivo sobre el comportamiento del lince, su alimentación, su reproducción y cómo ayudar a su conservación desde el día a día.

También se impulsaron proyectos escolares que combinan ciencia y arte, con concursos de dibujo, documentales educativos y talleres prácticos sobre huellas y seguimiento animal.


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España es uno de los países europeos con mayor riqueza natural, gracias a su diversidad geográfica y climática. A lo largo del territorio peninsular y en las islas, se encuentran numerosas reservas naturales y espacios protegidos , muchos de ellos incluidos dentro de la red internacional de Reservas de la Biosfera por la UNESCO o como parte del sistema Natura 2000 de la Unión Europea . Estos espacios no solo preservan ecosistemas únicos, sino que también son ideales para disfrutar de la observación de la fauna autóctona , desde aves rapaces hasta mamíferos emblemáticos como el lince ibérico.

En 2024, el interés por el turismo naturalista y responsable sigue creciendo, y muchas de estas reservas ofrecen programas guiados, rutas señalizadas y centros de interpretación que permiten acercarse al mundo animal sin alterar su entorno. A continuación, te presentamos algunas de las mejores reservas naturales en España para observar fauna autóctona .


1. Parque Nacional de Doñana (Andalucía)

Situado entre Huelva, Sevilla y Cádiz, Doñana es uno de los espacios naturales más importantes de Europa. Este parque alberga una gran variedad de hábitats: marismas, dunas costeras, bosques de pino y matorrales mediterráneos, lo cual permite el desarrollo de una fauna extremadamente rica.

Fauna destacada:

  • Lince ibérico : Aunque su avistamiento es difícil, hay zonas específicas donde pueden verse ejemplares reintroducidos.
  • Águila imperial ibérica : Especialmente en áreas de pastizales y encinares.
  • Cigüeña blanca : Muy común durante la migración.
  • Zorro, jabalí y ciervo : Presentes en zonas más interiores del parque.
  • Aves migratorias : Más de 300 especies visitan Doñana cada año, incluyendo flamencos, ánsares y garzas.

El Centro de Visitantes El Acebuche ofrece información sobre rutas, talleres educativos y guías especializados para quienes quieren conocer el entorno de forma sostenible.


2. Parque Nacional de los Picos de Europa (Asturias, Cantabria y Castilla y León)

Este espacio montañoso abriga una fauna característica de zonas frías y elevadas, ideal para amantes del senderismo y la observación de animales en libertad.

Fauna destacada:

  • Oso pardo cantábrico : En 2024, su población sigue recuperándose lentamente; puede observarse en zonas remotas del Parque.
  • Buitre leonado y alimoches : Fáciles de ver planeando sobre los valles.
  • Rebeco ibérico : Especie emblemática del parque, adaptada a terrenos escarpados.
  • Martín pescador : Presente en ríos limpios y caudalosos.
  • Tortuga europea : En algunos lagos y pozas de alta montaña.

Las rutas de Riaño (León) , Poncebos (Asturias) y Urrielles (Cantabria) son puntos clave para avistar vida silvestre en este entorno de gran altitud.


3. Reserva Natural de la Laguna de Gallocanta (Aragón)

Esta laguna salina, situada en la frontera entre Aragón y Castilla-La Mancha, es un punto estratégico para la observación de aves migratorias, especialmente en invierno.

Fauna destacada:

  • Grulla común : Cientos de miles llegan cada año a pasar el invierno.
  • Flamenco común : En aumento en los últimos años.
  • Águila imperial ibérica y ratonera : Avistamientos frecuentes.
  • Élanos y milano real : Comunes en el entorno de la laguna.

La Torre de Vigilancia de la Laguna de Gallocanta es uno de los mejores miradores para observar grullas al atardecer, especialmente entre noviembre y marzo.


4. Parque Natural de Monfragüe (Extremadura)

Monfragüe, declarado Reserva de la Biosfera y Zona de Especial Protección para Aves , es uno de los mejores lugares de España para observar aves rapaces en estado salvaje.

Fauna destacada:

  • Águila imperial ibérica : Uno de los últimos refugios seguros para esta especie.
  • Milano negro y cigüeña negra : Ambas en proceso de recuperación.
  • Nutria europea : Presente en ríos y humedales del parque.
  • Jabalí, corzo y ciervo : Abundantes en todo el entorno.

La población de buitres también es notable, especialmente en la zona del Castillo de Monfragüe , donde es posible verlos alimentándose en coladeros controlados.


5. Parque Natural de la Sierra de Grazalema (Andalucía)

Este parque, ubicado en Cádiz y Sevilla, es famoso por ser uno de los lugares con mayor biodiversidad de Andalucía. Su clima mediterráneo y sus paredes rocosas ofrecen un hábitat ideal para numerosas especies.

Fauna destacada:

  • Quebrantahuesos : Recientemente reintroducido, se está adaptando bien al entorno.
  • Águila perdicera : Especie endémica en peligro de extinción.
  • Molinera y cernícalo : Rutas recomendadas para ornitólogos amateur.
  • Gato montés y geneta : Animales nocturnos difíciles de ver pero presentes.
  • Murciélagos : Varias cuevas del parque albergan colonias importantes.

Los observatorios de La Buitrera y El Ancho son excelentes puntos de partida para avistar rapaces.


6. Islas Canarias: Parque Nacional del Teide (Tenerife)

Aunque es conocido por su paisaje volcánico, el Teide también alberga una fauna única, adaptada a condiciones extremas de altura y temperatura.

Fauna destacada:

  • Pinzón tinerfeño (Fringilla teydea) : Endémico de Tenerife.
  • Vencejo real : Especie singular que nidifica en grietas del volcán.
  • Rabilargo canario : Ave muy característica del archipiélago.
  • Ratones canarios y lagartijas gigantes : Reptiles y pequeños mamíferos autóctonos.

Además, en los alrededores del parque es posible encontrar cabras montesas y otras especies introducidas que conviven con la fauna nativa.


7. Parque Natural de los Alcornocales (Cádiz y Málaga)

Concebida como una de las últimas grandes masas forestales del sur de Europa, esta reserva es perfecta para descubrir una fauna muy ligada al bosque mediterráneo.

Fauna destacada:

  • Ciervo y jabalí : Abundantes en toda la región.
  • Lirón careto : Pequeño mamífero nocturno, en peligro de extinción.
  • Águila perdicera y milano negro : Rapaces que sobrevuelan los claros del bosque.
  • Salamandra común y sapo corredor : Presentes en riachuelos y fuentes.

La ruta del Río Alcornocal y el centro de interpretación de Benalup son ideales para realizar excursiones guiadas.


8. Reserva Natural de L’Albufera (Valencia)

Este humedal es un destino obligatorio para amantes de la ornitología , ya que actúa como lugar de paso y descanso para aves procedentes de África y Eurasia.

Fauna destacada:

  • Aguilucho cenizo y milano real : Muy visibles en cielos del parque.
  • Aguja colinegra y ánade real : Presencia constante en lagunas y arrozales.
  • Rata de agua y nutria : Presentes en cursos fluviales cercanos.
  • Cigüeñuela y aguilucho lagunero : Durante la temporada de paso.

El Centro de Interpretación de La Albufera organiza visitas guiadas, avistamientos nocturnos de murciélagos y talleres educativos para familias.


9. Reserva Natural Integral de Muniellos (Asturias)

Es el último bosque caducifolio vírgen en la cornisa cantábrica y uno de los pocos espacios donde aún se conserva el bosque primitivo de robles, castaños y hayas.

Fauna destacada:

  • Urogallo cantábrico : Especie amenazada, presente en zonas alejadas del turismo masivo.
  • Ciervo y jabalí : Frecuentes en caminatas matutinas.
  • Zorro y garduña : De hábitos nocturnos, aunque pueden verse al amanecer.
  • Treparriscos y chochín : Aves típicas de acantilados y bosques densos.

Esta reserva es ideal para quienes buscan naturaleza virgen y menos intervención humana, con un enfoque estricto en la conservación.


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La península ibérica es uno de los territorios europeos con mayor biodiversidad, albergando una rica variedad de ecosistemas que van desde los bosques atlánticos hasta los humedales mediterráneos, pasando por los sistemas montañosos del interior. Sin embargo, este valioso patrimonio natural enfrenta serias amenazas que ponen en riesgo a muchas especies autóctonas. En 2024, el estado de conservación de las especies en peligro de extinción en España y Portugal sigue siendo un tema de alta preocupación para científicos, ONG ambientales y autoridades responsables.

Aunque se han realizado avances significativos en políticas de protección y recuperación, factores como la pérdida de hábitats, el cambio climático, la contaminación y la expansión de especies invasoras continúan poniendo en peligro a numerosas plantas y animales únicos del territorio ibérico.


¿Qué significa estar en peligro de extinción?

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) , una especie se considera en peligro de extinción (Endangered ) cuando su población sufre una disminución significativa o se encuentra amenazada por múltiples factores que podrían llevarla a desaparecer del planeta si no se toman medidas urgentes. A nivel nacional, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y otras instituciones trabajan activamente para proteger estas especies mediante planes específicos de conservación.


Principales especies en peligro en 2024

1. Lince ibérico (Lynx pardinus) – En peligro crítico

El lince ibérico, símbolo del compromiso conservacionista en España, ha sido históricamente una de las especies más amenazadas del continente. A pesar de haber logrado aumentar su población en las últimas décadas gracias a programas de reintroducción y reproducción en cautividad, en 2024 sigue catalogado como «en peligro crítico» en ciertas áreas.

En 2023 se registraron unos 2.500 individuos en estado silvestre , principalmente en Andalucía, Extremadura y Portugal. No obstante, siguen existiendo problemas relacionados con:

  • Fragmentación de hábitats
  • Atropellos en carreteras
  • Disminución de su principal presa, el conejo de monte
  • Cambio climático que afecta a sus zonas de distribución

Durante 2024, se reforzaron corredores ecológicos y se lanzaron campañas de sensibilización para reducir el impacto del tráfico en su supervivencia.

2. Águila imperial ibérica (Aquila adalberti) – En peligro

Esta águila endémica de la península ibérica tiene menos de 600 parejas reproductoras , concentradas principalmente en Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid. Es una de las aves rapaces más amenazadas de Europa.

Entre los principales riesgos que enfrenta en 2024 figuran:

  • Electrocución por líneas eléctricas
  • Pérdida de hábitat por urbanización y agricultura intensiva
  • Reducción de presas naturales

Gracias a proyectos financiados por el Programa Life de la UE , se están instalando perchas seguras en redes eléctricas y creando espacios protegidos donde esta especie puede anidar sin interferencias humanas.

3. Desmán ibérico (Galemys pyrenaicus) – En peligro crítico

Este pequeño mamífero acuático endémico de la península ibérica vive en ríos limpios y fríos, especialmente en Galicia, Asturias, Cantabria y Pirineos. Su supervivencia está directamente ligada a la calidad del agua.

En 2024, el desecamiento de cursos fluviales por sequías prolongadas y la contaminación de los ríos pusieron en alerta a los expertos. Además, el aumento de embalses y la introducción de especies exóticas depredadoras (como el visón americano) han reducido drásticamente sus poblaciones.

Se están desarrollando programas de monitoreo genético y restauración de cauces naturales para intentar frenar su declive.

4. Tortuga mora (Testudo graeca) – En peligro

La tortuga mora, presente en regiones como Almería, Murcia y Andalucía oriental, enfrenta una fuerte presión por el tráfico ilegal de animales , la destrucción de su hábitat natural (estepas y matorrales mediterráneos) y el comercio de mascotas exóticas.

En 2024, el gobierno español colaboró con ONG como SEO/BirdLife y WWF España para incrementar controles en mercados ilegales y fomentar la educación ambiental en zonas cercanas a su distribución natural.

5. Catarina (Anodonta angelella) – En peligro crítico

Este molusco dulceacuícola, exclusivo de algunos ríos del sur de España, es una de las especies más vulnerables del país. Su supervivencia depende de la calidad del agua y de la presencia de peces huéspedes que transportan sus larvas.

En 2024, se intensificaron estudios sobre su ciclo biológico y se establecieron programas de repoblación en colaboración con universidades y centros de investigación. También se promovió la restauración de riberas y la eliminación de barreras artificiales en cuencas donde aún persiste.

6. Buhoñu asturianu / Búho real cantábrico (Bubo bubo hispanus) – En peligro

Subespecie endémica de Asturias, Cantabria y norte de León, su población estimada en 2024 no superaba las 300 parejas reproductoras . Los principales factores que ponen en peligro a esta subespecie son:

  • Destrucción de hábitats rocosos y de cuevas
  • Intolerancia social hacia predadores
  • Contaminación y uso de venenos

Durante este año, se implementaron planes de seguimiento mediante drones y cámaras trampa, así como iniciativas comunitarias para concienciar sobre su valor ecológico.


Especies vegetales en peligro

No solo los animales enfrentan amenazas; muchas plantas autóctonas también están en riesgo. En 2024, varias especies vegetales estaban incluidas en el Catálogo Español de Especies en Peligro de Extinción , entre ellas:

  • Tejo de los Pirineos (Taxus baccata var. wallichiana) – Amenazado por tala y cambio climático.
  • Orquídea de Gállego (Dactylorhiza gijonensis) – Endémica de Asturias y en riesgo por urbanismo costero.
  • Pino canario (Pinus canariensis) en Canarias – Afectado por incendios forestales recurrentes y plagas asociadas al calentamiento global.

Estas especies requieren intervención urgente, ya sea mediante cultivo en viveros especializados o mediante la protección de sus hábitats naturales.


Factores que ponen en peligro a las especies

A lo largo de 2024, varios factores clave han contribuido al deterioro de las especies nativas:

1. Cambio climático

Las olas de calor, sequías extremas y fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes han alterado ecosistemas enteros, afectando tanto flora como fauna.

2. Urbanización y fragmentación de hábitats

El crecimiento urbano, la construcción de infraestructuras viarias y la expansión agrícola han fragmentado los hábitats naturales, dificultando el movimiento y reproducción de muchas especies.

3. Contaminación

La contaminación del aire, del suelo y del agua, especialmente por pesticidas, metales pesados y microplásticos, afecta gravemente a especies acuáticas y terrestres.

4. Especies invasoras

La introducción de especies foráneas como el cangrejo americano, el visón o el mejillón cebra ha generado competencia desleal para especies autóctonas, llevando a algunas al borde de la extinción.

5. Tráfico y comercio ilegal de vida silvestre

Muchas especies, especialmente reptiles, anfibios y aves, son cazadas o capturadas ilegalmente para el mercado de mascotas exóticas.


Iniciativas de conservación en 2024

A pesar de los desafíos, 2024 fue también un año de acción y esperanza para muchas especies ibéricas. Entre las iniciativas destacadas se encuentran:

1. Corredores ecológicos y conectividad

Se ampliaron corredores verdes en zonas clave, permitiendo que especies como el lince ibérico puedan moverse libremente entre áreas protegidas.

2. Inversión en parques naturales y reservas

El gobierno anunció una inversión récord de 80 millones de euros destinados a la gestión y vigilancia de espacios protegidos, muchos de ellos refugios críticos para especies en peligro.

3. Programas de reproducción en cautividad

Centros como el Zoológico de Madrid , el Parque de Rescate de Fauna Ibérica y el Jardín Botánico Nacional lideraron esfuerzos para criar y reintroducir ejemplares de especies amenazadas.

4. Uso de tecnología para el monitoreo

Drones, sensores GPS y análisis genéticos se emplearon en 2024 para seguir poblaciones silvestres de especies como el buitre leonado o el caballo de los Pirineos.

5. Colaboración internacional

España participó en múltiples convenios internacionales, como el Convenio de Berna y el Programa Life+ , fortaleciendo redes transfronterizas de protección y estudio.


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