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En 2024, España dio un salto cualitativo y cuantitativo en su transición energética, consolidándose como uno de los líderes europeos en el desarrollo y despliegue de energías renovables , especialmente en los sectores eólico, solar y del hidrógeno verde . Este año marcó un hito importante en la historia energética del país, con récords de generación limpia, nuevas inversiones estratégicas y una creciente integración de tecnologías sostenibles en la red eléctrica nacional.

Bajo el marco del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y con el apoyo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (NextGenerationEU) , el gobierno español impulsó políticas ambiciosas para acelerar la descarbonización de la economía, reducir la dependencia energética exterior y posicionar al país como un hub de innovación verde en Europa.

A continuación, se analizan los principales avances registrados durante 2024 en tres pilares clave: energía eólica, solar y producción de hidrógeno verde .


1. Energía eólica: liderazgo consolidado en tierra y expansión en mar abierto

España continúa siendo uno de los países más avanzados en energía eólica terrestre , con una capacidad instalada que supera los 30 GW , lo que representa aproximadamente el 25% de toda la electricidad generada en el país . En 2024, este sector experimentó un crecimiento del 8% respecto al año anterior, gracias a nuevas instalaciones en regiones como Castilla y León, Galicia, Aragón y Andalucía .

La compañía Iberdrola lideró varias inversiones clave, incluyendo parques eólicos offshore flotantes en colaboración con Portugal y proyectos híbridos combinando eólica y almacenamiento mediante baterías o bombeo hidráulico.

Un punto destacado fue el impulso a la eólica marina , un área emergente con gran potencial. Durante 2024, se anunció oficialmente el primer proyecto conjunto entre España y Francia para construir un parque eólico offshore en el Golfo de Vizcaya , con una inversión estimada de 1.200 millones de euros . Este tipo de tecnología permitirá aprovechar vientos más fuertes y constantes en alta mar, aumentando la eficiencia y la estabilidad de la red eléctrica.

Además, se lanzaron convocatorias públicas para incentivar la investigación en aerogeneradores de nueva generación, con diseños más silenciosos, eficientes y adaptados a condiciones climáticas extremas.


2. Energía solar: récords de instalación y eficiencia

El sector fotovoltaico también vivió un año histórico en 2024. Según datos del operador del sistema eléctrico (Red Eléctrica de España), la energía solar llegó a cubrir hasta el 20% de la demanda eléctrica nacional en ciertos momentos del verano , alcanzando picos de producción sin precedentes.

Durante este año, se instalaron más de 6 GW adicionales de potencia solar , elevando la capacidad total a más de 25 GW , principalmente en regiones como Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia .

Empresas como Naturgy, Acciona y X-Elio lideraron proyectos solares de gran escala, muchos de ellos integrados con sistemas de autoconsumo y redes inteligentes (smart grids ). También se expandieron las iniciativas de autoconsumo colectivo , permitiendo que comunidades vecinales y agrupaciones empresariales compartieran paneles solares y redujeran sus costes energéticos.

Otro avance significativo fue el desarrollo de paneles bifaciales de perovskita-silicio , con mayor rendimiento y menores costes de fabricación, impulsados por centros de investigación como el Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid (IES-UPM) . Estos nuevos modelos prometen revolucionar la eficiencia del sector en los próximos años.


3. Hidrógeno verde: apuesta estratégica para la industria y transporte pesado

Uno de los grandes éxitos de 2024 fue la consolidación del hidrógeno verde como uno de los ejes centrales de la estrategia energética española. Con el objetivo de convertirse en líder europeo en esta tecnología, el gobierno presentó el Plan Nacional de Hidrógeno Verde , dotado con 1.500 millones de euros provenientes de fondos europeos y privados.

Este plan prioriza:

  • La producción de hidrógeno verde mediante electrólisis alimentada por fuentes renovables.
  • Su aplicación en industrias difíciles de descarbonizar, como la siderurgia, la química y el cemento.
  • Su uso en el transporte pesado (camiones, trenes y barcos) y en movilidad urbana, con la entrada en funcionamiento de autobuses y ferrocarriles de hidrógeno en varias ciudades.

Destacan algunos proyectos clave:

  • El Hub del Hidrógeno de Andalucía , en Huelva, donde empresas como Plug Power, Iberdrola y Repsol están desarrollando infraestructuras de producción, almacenamiento y distribución.
  • El proyecto HyDeal España , que busca crear el primer corredor industrial de hidrógeno verde a gran escala en Europa, conectando producción y consumo desde Andalucía hasta Cataluña.
  • El lanzamiento del primer tren de hidrógeno comercial en la Península Ibérica, operado por Renfe en colaboración con Alstom, en rutas no electrificadas de Galicia y Extremadura.

Estas iniciativas no solo ayudan a reducir emisiones, sino que también generan empleo especializado y posicionan a España como un exportador potencial de hidrógeno hacia otros países europeos.


4. Integración de renovables en la red eléctrica

Con un aumento constante de la presencia de fuentes renovables en la matriz energética, en 2024 se intensificó el trabajo en la modernización de la red eléctrica para garantizar una integración estable y segura .

Red Eléctrica de España (REE) invirtió en el desarrollo de centrales de baterías de almacenamiento masivo , con proyectos emblemáticos en Canarias, Baleares y en la península. Estas instalaciones permiten equilibrar la variabilidad de la eólica y la solar, mejorando la fiabilidad del suministro.

También se avanzó en el diseño de microredes inteligentes , especialmente en zonas remotas y en islas, donde se combina energía solar, eólica, almacenamiento y gestión digital para maximizar la autonomía energética.

La introducción de algoritmos de inteligencia artificial en la gestión de la red ha permitido optimizar el flujo de energía, predecir patrones de generación y consumo, y mejorar la respuesta ante picos de demanda o fallos técnicos.


5. Apoyo institucional y financiación

El crecimiento del sector renovable en 2024 fue posible gracias a una combinación de políticas públicas activas, regulación favorable y financiación estratégica.

Entre las medidas clave figuran:

  • Licitaciones competitivas para adjudicar subvenciones a nuevos proyectos eólicos y solares.
  • Bonificaciones fiscales para empresas que invierten en tecnologías limpias.
  • Lanzamiento de líneas de crédito preferencial para pymes y municipios interesados en autoconsumo.
  • Creación del Fondo Nacional de Transición Justa , destinado a acompañar la reconversión industrial y laboral en regiones afectadas por el cierre de centrales térmicas.

Además, se reforzó la cooperación internacional, firmando acuerdos con Marruecos, Portugal y Alemania para intercambio de tecnología, conocimiento y futuras exportaciones de hidrógeno verde.


6. Impacto económico y social

La expansión de las energías renovables en 2024 tuvo un impacto positivo en múltiples frentes:

  • Generación de empleo : Se calcula que el sector renovable creó más de 50.000 empleos directos e indirectos durante el año, especialmente en construcción, ingeniería y mantenimiento de instalaciones.
  • Desarrollo regional : Muchas zonas rurales y deprimidas económicamente han visto revitalizada su economía gracias a proyectos solares y eólicos.
  • Reducción de emisiones : Gracias al aumento de renovables, las emisiones de CO₂ asociadas al sector eléctrico disminuyeron en un 12% respecto a 2023, contribuyendo al cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París.

7. Desafíos pendientes

Aunque el progreso es evidente, aún existen barreras que deben abordarse:

  • Autorizaciones administrativas lentas : Aunque hay interés inversor, el proceso burocrático para aprobar nuevos parques sigue siendo un freno.
  • Interconexión eléctrica insuficiente : Especialmente en islas y en frontera con Europa, limita la exportación de excedentes renovables.
  • Dependencia de importaciones tecnológicas : Aunque España lidera varios aspectos de la cadena de valor, aún se depende de componentes importados como electrolizadores, paneles solares y turbinas eólicas avanzadas.
  • Equilibrio territorial : Algunas comunidades autónomas muestran resistencia a la instalación de grandes infraestructuras renovables por preocupaciones medioambientales o sociales.

8. Proyección hacia 2025 y más allá

España tiene el potencial de convertirse en un referente global en energía renovable , especialmente si mantiene el ritmo de innovación, mejora la coordinación entre niveles de gobierno y fortalece su tejido industrial en estos sectores.

Para los próximos años, se espera:

  • Mayor diversificación de tecnologías (biomasa, geotermia).
  • Avances en el almacenamiento de energía a gran escala.
  • Consolidación de España como productor y exportador de hidrógeno verde.
  • Mayor participación ciudadana en el modelo energético, con cooperativas de energía renovable y autoconsumo comunitario.

Conclusión

2024 será recordado como un año de consolidación para las energías renovables en España. Los avances en eólica, solar y especialmente en hidrógeno verde demuestran que el país no solo está comprometido con los objetivos climáticos globales, sino que también está preparado para competir en el mercado internacional de tecnologías limpias.

Mientras la demanda energética sigue creciendo, las renovables ofrecen una solución sostenible, segura y rentable. Y mientras esto ocurre, miles de personas encuentran empleo, regiones enteras se revitalizan y el futuro energético de España brilla cada vez más claro.

La transición energética ya no es una promesa: es una realidad. Y en 2024, España demostró estar listo para liderarla.

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En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha revolucionado múltiples sectores, y la medicina no es una excepción. En 2024, España se encuentra en un momento crucial de adopción y desarrollo de tecnologías basadas en IA aplicadas al ámbito sanitario. Desde diagnósticos más precisos hasta mejoras en la gestión hospitalaria, el uso de algoritmos avanzados está transformando la forma en que se entiende la atención médica en el país.

Universidades, hospitales, centros de investigación y empresas tecnológicas están trabajando conjuntamente para integrar soluciones inteligentes que mejoren la eficiencia del Sistema Nacional de Salud (SNS), reduzcan tiempos de espera y aumenten la calidad de vida de los pacientes. A continuación, exploramos las principales aplicaciones prácticas de la inteligencia artificial en la medicina española durante este año.


1. Diagnóstico asistido por inteligencia artificial

Una de las áreas donde la IA ha tenido mayor impacto es en el diagnóstico clínico, especialmente en especialidades como la radiología, la dermatología y la oncología. Gracias a algoritmos de aprendizaje profundo (deep learning ), se han desarrollado sistemas capaces de analizar imágenes médicas con una precisión comparable o incluso superior a la de los profesionales humanos.

En 2024, varios hospitales españoles han comenzado a utilizar herramientas de IA para:

  • Detectar anomalías en resonancias magnéticas cerebrales.
  • Identificar lesiones cutáneas sospechosas de melanoma mediante análisis de imágenes digitales.
  • Interpretar mamografías con mayor rapidez y sensibilidad, ayudando a reducir falsos positivos y negativos.

Un ejemplo destacado es el trabajo del Instituto Oncológico Vall d’Hebron (VHIO) , que ha implementado un sistema de IA capaz de predecir la respuesta a tratamientos oncológicos basándose en perfiles genómicos de los tumores. Esto permite personalizar terapias y evitar tratamientos innecesarios o poco efectivos.


2. Sistemas de apoyo a la toma de decisiones clínicas

La inteligencia artificial también está siendo utilizada como herramienta auxiliar en la toma de decisiones médicas. Plataformas como IBM Watson Health o sistemas propios desarrollados por universidades españolas permiten a los médicos acceder a recomendaciones basadas en millones de datos clínicos y estudios científicos previos.

Durante 2024, el Hospital Clínic de Barcelona lanzó una aplicación interna que ayuda a los médicos a elegir antibióticos más adecuados según la historia clínica del paciente y los patrones de resistencia bacteriana en tiempo real. Este tipo de sistemas reduce errores médicos, optimiza recursos y mejora la seguridad del paciente.

Además, en unidades de cuidados intensivos (UCI), se han incorporado algoritmos predictivos que alertan sobre posibles complicaciones postoperatorias o fallos multiorgánicos antes de que ocurran, lo cual permite intervenciones tempranas y una reducción significativa de la mortalidad hospitalaria.


3. Mejora en la detección precoz de enfermedades

La IA también está demostrando su utilidad en la prevención y detección temprana de enfermedades. En 2024, varias comunidades autónomas han impulsado proyectos piloto en los que se usan modelos de predicción para identificar riesgos cardiovasculares, diabetes tipo 2 o enfermedades neurodegenerativas antes de que aparezcan síntomas claros.

Por ejemplo, el Hospital Universitario La Paz de Madrid ha iniciado un programa que combina big data y machine learning para evaluar el riesgo cardiovascular de pacientes con hipertensión o colesterol alto, facilitando intervenciones preventivas personalizadas.

También destaca el uso de chatbots médicos dentro del sistema público, como parte de programas de salud digital. Estas herramientas ayudan a los ciudadanos a realizar autoevaluaciones iniciales de sus síntomas, orientándolos hacia el nivel de atención adecuado y evitando saturaciones en urgencias.


4. Automatización y digitalización de procesos hospitalarios

El sector sanitario español está invirtiendo fuertemente en la automatización de tareas administrativas y clínicas mediante inteligencia artificial. En 2024, muchos hospitales han adoptado sistemas que utilizan reconocimiento natural del lenguaje (NLP) para transcribir consultas médicas, agilizando la documentación clínica y liberando tiempo para los profesionales.

Además, se están implementando plataformas de IA para gestionar turnos, priorizar casos urgentes y predecir cargas de trabajo en quirófanos y salas de emergencia. Estos avances han permitido reducir listas de espera y mejorar la organización hospitalaria.

Un caso innovador es el del Hospital del Mar de Barcelona , que utiliza IA para planificar cirugías complejas en función de la disponibilidad de equipos, quirófanos y especialistas, logrando una optimización sin precedentes en la gestión quirúrgica.


5. Investigación biomédica y descubrimiento de fármacos

España está liderando avances importantes en el uso de inteligencia artificial en la investigación biomédica. Centros como el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) están utilizando algoritmos para acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos, especialmente en el campo de la oncología y las enfermedades raras.

Gracias a la IA, se pueden simular miles de combinaciones moleculares en cuestión de horas, algo que antes requería meses de trabajo experimental. Además, se está trabajando en la identificación de biomarcadores predictivos que permitan personalizar tratamientos farmacológicos según el perfil genético de cada paciente.

Estos desarrollos están ayudando a reducir costes, acelerar ensayos clínicos y ofrecer opciones terapéuticas más efectivas y seguras.


6. Telemedicina y monitoreo remoto con IA

Otra tendencia en auge es la integración de inteligencia artificial en sistemas de telemedicina y monitoreo remoto de pacientes crónicos. En 2024, más hospitales han adoptado wearables inteligentes conectados a algoritmos que analizan constantemente parámetros vitales como frecuencia cardíaca, oxígeno en sangre o glucemia.

Estos dispositivos envían alertas en tiempo real cuando detectan anomalías fuera de lo normal, permitiendo intervenciones rápidas y evitando hospitalizaciones innecesarias. Especialmente útil para personas mayores o con enfermedades crónicas, esta tecnología está ayudando a mantener a los pacientes en sus hogares con seguimiento médico constante.

Proyectos como “Salud Digital” , promovidos por el Ministerio de Sanidad, están integrando estas herramientas en el día a día del sistema público, con resultados muy positivos en términos de adherencia del paciente y reducción de reingresos hospitalarios.


7. Apoyo a la salud mental mediante inteligencia artificial

En el área de la salud mental, la inteligencia artificial también está marcando diferencias. En 2024, se han lanzado aplicaciones móviles respaldadas por IA que permiten a los usuarios realizar autoevaluaciones de ansiedad, depresión o estrés postraumático, recibiendo sugerencias personalizadas basadas en técnicas de psicología cognitivo-conductual.

Algunas instituciones, como el Instituto Guttmann de Neurología y Rehabilitación , han integrado chatbots conversacionales con capacidad de escucha activa, ofreciendo acompañamiento emocional a pacientes en tratamiento prolongado.

Aunque estos sistemas no sustituyen a los profesionales de la salud, sí actúan como complemento valioso, ampliando el acceso a la atención psicológica y facilitando el seguimiento diario de estados emocionales.


8. Radiología y diagnóstico por imagen

El uso de inteligencia artificial en radiología está transformando cómo se interpretan las imágenes médicas. En 2024, hospitales de primer nivel como el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid han comenzado a emplear software de IA para analizar tomografías computadas, resonancias y ecografías con mayor velocidad y precisión.

Estos sistemas pueden identificar pequeños nódulos pulmonares, calcificaciones coronarias o lesiones cerebrales mínimas que podrían pasar desapercibidas para un ojo humano. Al mismo tiempo, están reduciendo la carga laboral de los radiólogos, quienes pueden dedicar más tiempo a casos complejos o a la interacción directa con los pacientes.


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Durante mucho tiempo relegada a un papel secundario en el ámbito espacial, España está consolidando su presencia en la carrera espacial con un creciente número de proyectos innovadores, colaboraciones internacionales y avances tecnológicos. En 2024, el país ha dado pasos significativos en el desarrollo de infraestructura espacial, investigación científica y participación en misiones lideradas por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA , demostrando que puede ser un actor relevante en este campo.

Desde satélites para observación de la Tierra hasta componentes críticos para explorar otros planetas, las instituciones españolas están marcando la diferencia en múltiples frentes. A continuación, se analizan algunas de las principales contribuciones científicas y tecnológicas del país en 2024.


1. Participación en misiones de la Agencia Espacial Europea (ESA)

España es miembro de pleno derecho de la ESA desde 2006, pero en los últimos años ha aumentado considerablemente su inversión y compromiso en programas clave. En 2024, el gobierno español destinó más de 750 millones de euros al sector espacial, lo cual le permitió participar activamente en una serie de misiones estratégicas.

Entre las más destacadas:

  • Euclid : La misión de la ESA diseñada para estudiar la energía oscura y la materia oscura. Empresas como GMV Aerospace & Defence colaboraron en el diseño de sistemas de navegación y procesamiento de datos.
  • JUICE (Jupiter Icy Moons Explorer) : Proyecto dedicado al estudio de las lunas heladas de Júpiter, donde investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) participaron en el desarrollo de instrumentos ópticos para detectar señales de vida potencial.
  • Hera : Misión europea dirigida a desviar asteroides como parte del sistema de defensa planetaria. España contribuyó en el diseño de sensores de navegación autónoma.

Estas colaboraciones no solo posicionan a España como un socio confiable en el escenario internacional, sino que también fortalecen la industria nacional y fomentan la formación de nuevos ingenieros y científicos espaciales.


2. Desarrollo de satélites de observación de la Tierra

Una de las áreas en las que España está teniendo un impacto directo es en la observación de la Tierra mediante satélites. En 2024, se lanzó el PazSAT-2 , un satélite desarrollado por el consorcio liderado por Hisdesat e integrado por empresas como Airbus DS Crisa , Sener y Elecnor Deimos .

Este satélite forma parte de un ambicioso programa de vigilancia medioambiental que permite monitorear:

  • Cambios climáticos
  • Incendios forestales
  • Inundaciones
  • Erupciones volcánicas
  • Contaminación atmosférica

Además, se avanzó en el desarrollo de la constelación Satélites para la Gestión del Riesgo Climático (SGRC) , cuyo objetivo es ofrecer información crítica para políticas de adaptación al cambio climático y gestión de emergencias ambientales.


3. Investigación en astrobiología y exploración de Marte

El Centro de Astrobiología (CAB), dependiente del CSIC y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) , continúa siendo uno de los centros punteros en Europa en el estudio de la vida más allá de la Tierra.

En 2024, el CAB fue fundamental en el desarrollo del instrumento RLS (Raman Laser Spectrometer) , incluido en la misión ExoMars Rosalind Franklin , cuyo objetivo es buscar signos de vida pasada o presente en el subsuelo marciano.

Este espectrómetro láser, fabricado íntegramente en España, permite identificar compuestos orgánicos y minerales que podrían indicar actividad biológica, marcando un hito en la capacidad tecnológica y científica nacional.


4. Avances en propulsión espacial y nanotecnología

Otra de las áreas emergentes en el sector espacial español es la propulsión avanzada y la nanotecnología aplicada al espacio . Centros como el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y grupos de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han trabajado en el diseño de micropropulsores eléctricos para pequeños satélites.

En 2024, se presentó un nuevo prototipo de motor iónico miniaturizado , ideal para CubeSats y satélites de bajo coste, capaz de operar durante largos periodos con mínima cantidad de combustible. Este tipo de tecnología abre nuevas posibilidades para misiones de largo alcance y reducción de residuos orbitales.

Además, se firmó un acuerdo entre el INTA y la NASA para colaborar en el desarrollo de recubrimientos ultraligeros basados en nanomateriales, destinados a proteger equipos espaciales de radiación solar y micrometeoritos.


5. Impulso al lanzamiento de cohetes desde territorio español

España dio un paso importante hacia la soberanía espacial con el anuncio del centro de lanzamiento de El Hierro , ubicado en Canarias, que en 2024 comenzó a recibir pruebas preliminares para el lanzamiento comercial de pequeños satélites. Este proyecto, gestionado por la empresa PLD Space , busca convertir a España en un hub de lanzamientos suborbitales y orbitales ligeros dentro de Europa.

La isla de El Hierro fue elegida por su ubicación geográfica privilegiada, cerca del ecuador terrestre, lo que reduce el consumo energético necesario para alcanzar órbita. Esta iniciativa implica no solo la creación de empleo especializado, sino también el fortalecimiento de cadenas de suministro locales y cooperación con startups espaciales europeas.


6. Desarrollo de infraestructuras y telecomunicaciones espaciales

Otro pilar del crecimiento espacial en España es la modernización de infraestructuras terrestres para el seguimiento y control de satélites. En 2024, se inauguró una nueva estación de comunicaciones espaciales en Extremadura , equipada con antenas de alta precisión para soportar misiones interplanetarias y de observación de la Tierra.

Esta instalación, gestionada por el Ministerio de Ciencia e Innovación , se conecta con otras redes europeas y estadounidenses, mejorando la coordinación global en la gestión de datos espaciales.

También se reforzó el rol de la Red Española de Metrología Cuántica , que trabaja en sensores cuánticos para medir campos gravitatorios y magnéticos con una precisión sin precedentes, herramientas clave para futuras misiones de exploración profunda.


7. Investigación en recursos extraterrestres y colonización

Aunque aún en fase temprana, en 2024 se impulsaron estudios sobre la utilización de recursos en la Luna y Marte, en el marco de las misiones Artemis de la NASA y el programa lunar de la ESA. Universidades como la Universidad de Vigo y el CSIC participaron en proyectos de simulación de suelos lunares para evaluar su uso en construcción de bases habitables.

Asimismo, se llevaron a cabo experimentos en colaboración con el Instituto Tecnológico Aerospacial (INTA) sobre cómo ciertos microorganismos extremófilos pueden sobrevivir en condiciones similares a las de Marte, un paso importante para entender la posibilidad de vida fuera de la Tierra y para desarrollar sistemas de soporte vital en misiones tripuladas.


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En un momento crítico para el planeta, donde la emergencia climática exige soluciones urgentes e innovadoras, España se está consolidando como un referente en el desarrollo de tecnologías verdes . En 2024, empresas, universidades, centros de investigación y startups españolas han dado pasos significativos hacia una economía baja en carbono, con proyectos que abarcan desde energías renovables hasta movilidad sostenible, bioeconomía y nuevas formas de almacenamiento energético.

Este año ha sido especialmente importante en el impulso a las tecnologías limpias, gracias al apoyo institucional del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) , el CSIC , el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) y fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (NextGenerationEU) .

A continuación, exploramos algunas de las innovaciones más destacadas en tecnología verde desarrolladas en España durante 2024.


1. Almacenamiento de energía: baterías de nueva generación

Uno de los grandes desafíos de la transición energética es el almacenamiento eficiente de la energía producida por fuentes renovables intermitentes, como la solar o la eólica. En este ámbito, España dio grandes pasos en 2024.

El Instituto IMDEA Energía , ubicado en Móstoles (Madrid), presentó avances significativos en baterías de flujo redox basadas en electrolitos orgánicos , que prometen ser más económicas, duraderas y menos dependientes de minerales escasos como el litio o el cobalto.

Además, investigadores del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) trabajaron en sistemas de almacenamiento mediante hidrógeno verde , integrando producción, almacenamiento y uso final en redes eléctricas locales. Este tipo de tecnología podría revolucionar el modelo energético en islas y zonas rurales remotas.


2. Avances en energía solar fotovoltaica de alta eficiencia

España ya lidera Europa en capacidad instalada de energía solar fotovoltaica, y en 2024 se reforzó aún más su posición con innovaciones en paneles solares de nueva generación.

La empresa Q CELLS Spain , con sede en Albacete, introdujo nuevos modelos de paneles bifaciales de perovskita-silicio , capaces de captar luz tanto en su cara frontal como trasera, aumentando su eficiencia hasta un 30% respecto a los modelos tradicionales.

Por otro lado, científicos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el CIEMAT desarrollaron una tecnología de seguimiento solar inteligente , que permite optimizar la orientación de los paneles a lo largo del día mediante algoritmos de inteligencia artificial, mejorando la producción energética sin necesidad de aumentar la superficie instalada.


3. Movilidad sostenible: vehículos eléctricos y transporte público inteligente

La movilidad es uno de los sectores clave en la lucha contra el cambio climático. En 2024, varias empresas españolas destacaron en el desarrollo de tecnologías para hacer más limpia y eficiente la forma en que nos desplazamos.

  • Seat S.A.S. y el Grupo Volkswagen , con presencia importante en Martorell (Barcelona), anunciaron una inversión de 500 millones de euros en nuevas líneas de producción de vehículos eléctricos, incluyendo modelos fabricados con materiales reciclados y procesos industriales neutros en emisiones.
  • La startup Motoovo lanzó una plataforma digital para compartir motocicletas eléctricas en ciudades, reduciendo tráfico y contaminación acústica y atmosférica.
  • El Consorcio Regional de Transportes de Madrid implementó un sistema de gestión inteligente del transporte público , usando big data para optimizar frecuencias, reducir tiempos de espera y disminuir el consumo energético global del sistema.

4. Innovaciones en energía eólica offshore

Aunque España lleva años liderando la energía eólica terrestre, en 2024 se dieron importantes pasos hacia la explotación de la energía eólica marina.

El Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) , en colaboración con grupos internacionales, desarrolló turbinas eólicas flotantes adaptadas a las condiciones del Atlántico y el Mediterráneo. Estas estructuras permiten aprovechar vientos más fuertes y constantes en alta mar, sin impactar visualmente en el paisaje costero.

Además, se firmó un acuerdo entre el gobierno español y Portugal para construir un parque eólico marino compartido en el Golfo de Cádiz , que servirá como piloto para futuros proyectos en aguas europeas.


5. Bioeconomía y economía circular

Otra de las áreas con mayor crecimiento en 2024 fue la bioeconomía , enfocada en el uso sostenible de recursos biológicos para producir alimentos, energía y materiales sin dañar el medio ambiente.

Destacan:

  • El proyecto Algae4IBS , liderado por la Universidad de A Coruña, que utiliza algas marinas para producir bioplásticos y fertilizantes naturales, reduciendo la dependencia de plásticos derivados del petróleo.
  • La empresa Ecoalf , dedicada a la moda sostenible, lanzó una nueva línea de tejidos hechos con microfibras obtenidas de residuos marinos, contribuyendo a la limpieza de océanos y a la economía circular.
  • Investigadores del CSIC y de la Universidad de Sevilla desarrollaron un proceso para convertir residuos agrícolas en biocombustibles avanzados, ofreciendo una alternativa viable a los combustibles fósiles.

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España ha consolidado su posición como un actor relevante en la investigación del cambio climático, contribuyendo con estudios científicos de alto impacto que ayudan a entender los efectos del calentamiento global y a proponer soluciones sostenibles. En 2024, institutos de investigación, universidades y centros tecnológicos del país han liderado proyectos innovadores que no solo han generado conocimiento local, sino que también han influido en políticas públicas nacionales e internacionales.

Este año, el enfoque se ha centrado especialmente en el análisis de fenómenos climáticos extremos, la adaptación al cambio climático en zonas vulnerables, la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y la interacción entre clima, biodiversidad y recursos hídricos. A continuación, repasamos algunos de los hallazgos más relevantes de las investigaciones españolas en 2024.


1. Impacto del cambio climático en eventos meteorológicos extremos

Uno de los temas más urgentes en 2024 fue el estudio de cómo el cambio climático está intensificando los fenómenos meteorológicos extremos en España. Investigadores del Instituto Nacional de Meteorología (AEMET) y del Centro Nacional de Investigaciones Meteorológicas (CIEMAT) publicaron un informe detallado que mostraba un aumento del 30% en la frecuencia de olas de calor desde el año 2000.

Además, se registraron temperaturas récord en varias regiones, incluyendo Andalucía, Extremadura y Cataluña, donde en verano se alcanzaron picos superiores a los 45 °C . Estos datos fueron utilizados para modelar escenarios futuros, concluyendo que sin medidas contundentes de reducción de emisiones, los veranos en el sur de España podrían volverse inhabitables para ciertos grupos de población vulnerable.

También se observó un aumento en la intensidad de lluvias torrenciales, especialmente en el Mediterráneo, vinculado al incremento de la temperatura superficial del mar. Esto se tradujo en eventos como las inundaciones en Murcia o en el Levante español, que causaron daños significativos en infraestructuras y cultivos.


2. Adaptación al cambio climático en zonas costeras

España cuenta con miles de kilómetros de costa, muchas de ellas densamente pobladas y económicamente dependientes del turismo. Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y de la Universidad de Cádiz , en colaboración con expertos europeos, realizaron un estudio pionero sobre la erosión costera y el riesgo de inundaciones por el ascenso del nivel del mar.

Entre los hallazgos más destacados:

  • El nivel medio del mar en el Mediterráneo aumentó entre 3 y 5 mm anuales durante la última década.
  • Se identificaron más de 100 puntos críticos en el litoral español que requieren intervención urgente para evitar pérdidas económicas y sociales significativas.
  • Se propusieron estrategias de «adaptación blanda», como la restauración de dunas, la reforestación de áreas costeras y la planificación urbana inteligente.

Estas conclusiones han servido de base para nuevas normativas de ordenación del territorio y para planes de emergencia climática en municipios costeros.


3. Cambio climático y agricultura: nuevos modelos de resiliencia

La sequía prolongada y la disminución de precipitaciones están afectando gravemente al sector agrícola, uno de los pilares económicos de España. En 2024, científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Politécnica de Madrid desarrollaron un modelo predictivo basado en inteligencia artificial que permite anticipar los efectos del cambio climático en diferentes cultivos.

Este sistema utiliza datos satelitales, modelos climáticos y registros históricos de rendimientos agrícolas para recomendar cambios en el uso del suelo, variedades resistentes a la sequía y sistemas de riego más eficientes.

Algunas de las conclusiones clave:

  • La producción de almendra, oliva y uva podría verse afectada negativamente si no se implementan prácticas de regadío sostenible.
  • Se promueve la rotación de cultivos y el uso de cubiertas vegetales para mejorar la retención de humedad del suelo.
  • Se exploró el potencial del agroforestería como solución integradora entre agricultura y conservación del medio ambiente.

4. Transición energética y descarbonización

El camino hacia una economía baja en carbono fue otro tema central de investigación en 2024. El Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER) y el Instituto IMDEA Energía lideraron proyectos orientados a optimizar el uso de energías renovables y almacenamiento eléctrico.

Destacan:

  • Desarrollo de baterías de flujo redox más económicas y duraderas, adecuadas para grandes instalaciones solares y eólicas.
  • Mejora de algoritmos para predecir la generación de energía solar y eólica, permitiendo una mejor integración en la red eléctrica nacional.
  • Análisis de los beneficios socioeconómicos de la transición energética, demostrando que cada euro invertido en renovables genera hasta tres veces más empleo que en combustibles fósiles.

Estos avances refuerzan el papel de España como líder en energía limpia dentro de Europa, especialmente en fotovoltaica y eólica.


5. Efectos del cambio climático en la biodiversidad

El impacto del calentamiento global en los ecosistemas naturales fue otro área prioritaria de estudio. Equipos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y de la Universidad de Granada llevaron a cabo investigaciones sobre cómo el cambio climático está afectando a especies autóctonas y migratorias.

Hallazgos importantes:

  • Algunas especies animales, como el rebeco ibérico o el águila imperial, están viendo reducidos sus hábitats naturales debido al aumento de temperatura y la desertificación.
  • Hay evidencia de desincronización entre ciclos biológicos: por ejemplo, algunas aves migratorias llegan antes de lo habitual, alterando cadenas tróficas.
  • Se observa un aumento de especies invasoras, especialmente en medios acuáticos, facilitado por el calentamiento de ríos y lagos.

Estos estudios subrayan la necesidad de actualizar planes de conservación y crear corredores ecológicos que permitan la movilidad de especies hacia zonas más frescas o elevadas.


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